viernes, 20 de diciembre de 2013

Jóvenes en Medellín y redes sociales de Internet CAPÍTULO II: Facebook como escenario de la integración juvenil basada en la imagen.



Como se menciona en el anterior capítulo Facebook es mucho más que una plataforma de compartimiento de datos, allí logra converger la escenificación de un sinnúmero de contenidos que tienen lugar en lo cotidiano, para los jóvenes de Medellín esta red social simboliza un escenario de socialización vivo y constante.

Se puede afirmar que hoy en día de una u otra manera emergen y anidan a través de Facebook las prácticas humanas más intimistas, algo impensable décadas atrás es una realidad evidente, la interacción y la comunicación, los afectos y las emociones, el amor y el sexo se han dado su lugar a través de la red, redescubriéndose mundos de simulación y representación que han logrado suplantar el lugar social dado al discurso y a la práctica, e incluso al cuerpo, el cual ha sido remplazado por la imagen.

La plataforma de actuación entre jóvenes de temprana edad que compone Facebook está libre de prohibiciones de vanguardia y solamente está condicionada por los estándares de comportamiento que se impone intrínsecamente entre los mismos partícipes de dicho entorno. Una ética de la estética muy bien posicionada por la industria del consumo ha sido radicalmente sancionatoria con los comportamientos de algunos jóvenes de temprana edad que no han entrado en sintonía con la predominancia de la imagen, es por ello que no resulta cierto que “las nuevas generaciones tienen una mejor apariencia”, puesto que no se trata –como muchos creen- de cambios biológicos producto de la alimentación, un mejoramiento genético o algo por el estilo. En conclusión “no es que ahora ya no existan feos” es que “ahora está prohibido ser feo”.

El maquillaje cosmético de última tecnología, la proliferación de gimnasios en los barrios, el comercio de esteroides y vitaminas sintéticas sin regulación, las nuevas prendas de la moda que sobresaltan algunos de los atributos del cuerpo, la magia del bisturí a través de la implantación de silicona y sobre todo los “software” especializados en diseño y modificación de imágenes se ocupan de las imperfecciones del cuerpo para que pueda asemejarse al prototipo impuesto, a fin de cuentas lo más importante es lograr las fotografías perfectas para poder compartir en la “web” ya que el prestigio y la popularidad entre las nuevas generaciones devienen de una experiencia mediatizada.

Por último, a fin de que se comprenda lo aquí expuesto no como un reproche sino como un punto de vista entre otros tantos, hay que tener en cuenta que los cuestionamientos a las nuevas formas de relacionamiento que tienen los jóvenes de temprana edad en la actualidad y los usos tal vez desmedidos que se le da a los medios digitales no pueden obviar el hecho de que existen fuerzas de imposición que funcionan de manera sugestiva sobre el actuar de los jóvenes a través de la sobreoferta publicitaria que induce a la preponderancia de nuevos valores sociales basados en el consumo como la cosificación del cuerpo, la estandarización estética, el hedonismo postmoderno y la Juvenilización social.