Como se menciona
en el anterior capítulo Facebook es mucho más que una plataforma de
compartimiento de datos, allí logra converger la escenificación de un sinnúmero
de contenidos que tienen lugar en lo cotidiano, para los jóvenes de Medellín
esta red social simboliza un escenario de socialización vivo y constante.
Se puede afirmar
que hoy en día de una u otra manera emergen y anidan a través de Facebook las
prácticas humanas más intimistas, algo impensable décadas atrás es una realidad
evidente, la interacción y la comunicación, los afectos y las emociones, el
amor y el sexo se han dado su lugar a través de la red, redescubriéndose mundos
de simulación y representación que han logrado suplantar el lugar social dado
al discurso y a la práctica, e incluso al cuerpo, el cual ha sido remplazado por
la imagen.
La plataforma de
actuación entre jóvenes de temprana edad que compone Facebook está libre de
prohibiciones de vanguardia y solamente está condicionada por los estándares de
comportamiento que se impone intrínsecamente entre los mismos partícipes de
dicho entorno. Una ética de la estética muy bien posicionada por la industria
del consumo ha sido radicalmente sancionatoria con los comportamientos de
algunos jóvenes de temprana edad que no han entrado en sintonía con la
predominancia de la imagen, es por ello que no resulta cierto que “las nuevas
generaciones tienen una mejor apariencia”, puesto que no se trata –como muchos
creen- de cambios biológicos producto de la alimentación, un mejoramiento
genético o algo por el estilo. En conclusión “no es que ahora ya no existan
feos” es que “ahora está prohibido ser feo”.
El maquillaje
cosmético de última tecnología, la proliferación de gimnasios en los barrios,
el comercio de esteroides y vitaminas sintéticas sin regulación, las nuevas
prendas de la moda que sobresaltan algunos de los atributos del cuerpo, la
magia del bisturí a través de la implantación de silicona y sobre todo los
“software” especializados en diseño y modificación de imágenes se ocupan de las
imperfecciones del cuerpo para que pueda asemejarse al prototipo impuesto, a
fin de cuentas lo más importante es lograr las fotografías perfectas para poder
compartir en la “web” ya que el prestigio y la popularidad entre las nuevas
generaciones devienen de una experiencia mediatizada.
Por último, a
fin de que se comprenda lo aquí expuesto no como un reproche sino como un punto
de vista entre otros tantos, hay que tener en cuenta que los cuestionamientos a
las nuevas formas de relacionamiento que tienen los jóvenes de temprana edad en
la actualidad y los usos tal vez desmedidos que se le da a los medios digitales
no pueden obviar el hecho de que existen fuerzas de imposición que funcionan de
manera sugestiva sobre el actuar de los jóvenes a través de la sobreoferta
publicitaria que induce a la preponderancia de nuevos valores sociales basados
en el consumo como la cosificación del cuerpo, la estandarización estética, el
hedonismo postmoderno y la Juvenilización social.